Después de un susto la semana pasada, los funcionarios de la NASA y la Agencia Espacial Europea dijeron que continuarían los preparativos para el lanzamiento del telescopio espacial James Webb. Se espera que el instrumento de $ 10 mil millones se lance en un cohete Ariane 5 construido en Europa no antes del 22 de diciembre.
La NASA dijo que los ingenieros realizaron pruebas adicionales para garantizar que el telescopio esté listo para volar y que las operaciones de reabastecimiento de combustible comenzaron el 25 de noviembre. El telescopio tiene 20 pequeños propulsores para maniobrar y se llenará con aproximadamente 240 litros de combustible de hidracina y tetróxido de nitrógeno oxidante. El proceso de repostaje tardará aproximadamente 10 días.
La decisión de seguir adelante con el temporizador de cuenta regresiva de lanzamiento del Telescopio Webb es una buena noticia después de un anuncio ligeramente perturbador hace una semana. 22 de noviembre La NASA dijo esto retrasaría el lanzamiento previsto del telescopio espacial unos días para investigar una «anomalía» durante las operaciones de procesamiento en el sitio de lanzamiento de Kourou en la Guayana Francesa.
«Los técnicos se estaban preparando para conectar Webb al adaptador del lanzador, que se utiliza para integrar el observatorio en la etapa superior del cohete Ariane 5», dijo la NASA en una publicación de blog. «Una liberación repentina y no planificada de una abrazadera, que asegura a Webb al adaptador del lanzador, provocó una vibración en todo el observatorio».
El problema surgió a principios de este mes y la NASA convocó a un comité de revisión de anomalías para investigar y realizar más pruebas. Como resultado de estas pruebas, los ingenieros concluyeron que el observatorio no había sido dañado por las vibraciones del desenganche de la abrazadera de la manguera.
El tan esperado lanzamiento del telescopio espacial, sin embargo, es solo el comienzo del camino para que Webb comience sus operaciones científicas. Su lanzamiento a finales de este año establecerá un período de vacaciones angustioso para los funcionarios de la NASA y los científicos que esperan usar el poderoso telescopio para mirar hacia atrás y ver algunas de las primeras galaxias que se forman en el universo.
Después de su lanzamiento, Webb tendrá que viajar aproximadamente 1,5 millones de kilómetros desde la Tierra hasta el punto Lagrange L2 más allá de la Luna. Allí podrá mantener una posición estable sin utilizar mucha propulsión a bordo. En el camino y una vez allí, serán necesarios alrededor de cincuenta despliegues del gran telescopio plegado para preparar las observaciones científicas.
Este proceso involucrará cerca de 350 fallas únicas, y si algo sale mal, arruinaría la implementación sin esperanza de reparación.