Respondió una pregunta de larga data: cómo la extinción masiva allanó el camino para las ostras y las almejas

La extinción masiva al final del Pérmico, hace aproximadamente 250 millones de años, marcó uno de los eventos más devastadores en la historia de la Tierra. Este evento no solo alteró el ecosistema terrestre, sino que también provocó un cambio drástico en la vida marina. Desde la desaparición de especies hasta el surgimiento de nuevas, los océanos experimentaron una transformación significativa. En este contexto, un grupo de investigadores se lanzó a descubrir cómo la extinción masiva facilitó, de hecho, la proliferación de ostras y almejas.

Un giro evolutivo

La investigación, liderada por paleontólogos de Bristol, UK, y Wuhan, China, se enfocó en el análisis bayesiano para entender cómo la población de braquiópodos, conocidos como las «conchas de lámpara», comenzó a declinar mientras los bivalvos ![](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/3/3b/Clam_0622_1.jpg/220px-Clam_0622_1.jpg) prosperaban. Este estudio reveló que la diversidad de especies marinas y su dinámica de competencia habían sido influenciadas por factores externos, como cambios en la temperatura del mar y otras condiciones ambientales extremas.

La crisis y el renacimiento de los bivalvos

Los bivalvos parecen haber tenido una ventaja competitiva tras la extinción. Mientras que los braquiópodos dominaron el ecosistema marino antes del evento de extinción, los bivalvos, tales como las ostras y las almejas, demostraron ser más resilientes a las condiciones cambiantes. Según Zhen Guo, uno de los líderes del estudio, los bivalvos comenzaron a apoderarse del espacio ecológico dejado por los braquiópodos, lo que sugiere que podrían haber tenido habilidades adaptativas superiores durante este período crítico.

Metodología del estudio

El equipo de científicos utilizó un sofisticado análisis bayesiano, que les permitió calcular con precisión las tasas de origen, extinción y preservación de fósiles. Esta técnica les brindó una comprensión más clara de cómo estas dos familias de moluscos interactuaron a lo largo de su historia. El resultado fue revelador: ambos grupos mostraron tendencias similares durante la crisis, lo que indicaba que no eran competidores directos, sino que respondían a condiciones ambientales similares.

El impacto de la extinción masiva

La extinción masiva fue devastadora; solo una de cada veinte especies sobrevivió. Sin embargo, lo que siguió fue un drama evolutivo fascinante, donde los bivalvos evolucionaron y prosperaron en un nuevo mundo ecológico. “Pudimos documentar cómo dos grupos que parecían estar en competencia estaban en realidad adaptándose a un entorno cambiante”, compartió el profesor Michael Benton desde su cátedra en la Universidad de Bristol. Esto respalda la hipótesis de que la extinción pudo haber creado nuevas oportunidades evolutivas en lugar de obliterarlas.

Conclusiones y futuro de la investigación

Los hallazgos no solo dan un nuevo giro a la historia evolutiva de los animales marinos, sino que también subrayan la importancia de entender las dinámicas ecológicas y los efectos de la extinción. “Lo que ha ocurrido nos obliga a reconsiderar nuestra comprensión de la interacción entre especies y su evolución. Sería un error pensar que la extinción es solo un final; puede ser el comienzo de algo nuevo”, concluyó Guo.

El estudio fue publicado en Nature Communications, y traerá una nueva perspectiva a los paleontólogos sobre cómo los cambios ambientales influyen en la diversidad de las especies.

Referencia:

“Los análisis bayesianos indican que los bivalvos no impulsaron la caída de los braquiópodos después de la extinción masiva del Pérmico-Triásico” por Zhen Guo, Joseph T. Flannery-Sutherland, Michael J. Benton y Zhong-Qiang Chen, 9 de septiembre de 2023, Nature Communications.

À propos de l'auteur :

Arnaud Chicoguapo

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x