Impacto del COVID-19 en la Salud Renal
El presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), María Dolores del Pino, ha alertado en el 50° Congreso de la SEN sobre el fuerte impacto que el COVID-19 está teniendo en pacientes renales. Ha mencionado que se han detectado casos de individuos que no presentaban enfermedades renales previas, pero que, tras padecer el virus, han desarrollado patologías renales.
Complicaciones en Pacientes Renales
Dolores del Pino destacó que “nuevos casos de personas que, sin problemas renales anteriores, han visto la aparición de procesos de daño renal como resultado de tener el nuevo virus, lo que les hace tener un peor pronóstico y una mayor mortalidad”. Esto ha generado un nuevo escenario para la actividad de los nefrólogos en la atención integral a estos pacientes.
Desde marzo hasta principios de octubre, más de 2,000 pacientes en tratamiento sustitutivo renal en España han sido afectados por el SARS-CoV-2, según el registro COVID-19 de la SEN. Entre estos, el impacto ha sido notable, especialmente en aquellos que se someten a hemodiálisis, que representa el 53% de los pacientes afectados, con una tasa de mortalidad que supera el 25%.
Características del Paciente Afectado
El perfil del paciente renal afectado por COVID-19 generalmente es un hombre, representando dos tercios de los casos, con una edad promedio de 60 años y un 22% de prevalencia de diabetes.
Protocolos de Acción y Prevención
A pesar del impacto, Dolores del Pino resaltó los protocolos de acción establecidos con el Ministerio de Salud para la atención de pacientes renales en centros de diálisis en España. “Se ha podido prevenir y proteger a los pacientes renales para que la incidencia de COVID-19 no fuera mayor, algo que también estamos notando en esta segunda ola”, subrayó, enfatizando la necesidad de mantener la cautela y seguir las medidas de seguridad y protección apropiadas.
Prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica
Por otro lado, se ha hecho un llamado de atención sobre el crecimiento de la enfermedad renal crónica en España, que ha afectado a aproximadamente siete millones de personas. La prevalencia de esta enfermedad ha aumentado en casi un 30% en la última década, y el número de personas en tratamiento de reemplazo renal supera las 1,300 por millón de habitantes. La tasa de mortalidad también ha aumentado en más de un 30% durante la última década, con 5,100 personas fallecidas en tratamiento sustitutivo renal en 2018, es decir, 14 muertes al día.
Todo esto indica que, aunque se han podido implementar protocolos que ayudan a mitigar el impacto del COVID-19 en la comunidad renal, la situación sigue siendo precaria y demanda atención continua y estrategias preventivas adecuadas.
Recomendamos a nuestros lectores que consulten a un profesional de la salud ante cualquier duda o inquietud relacionada con su salud mental o física.