Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, murió

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó la muerte de Mario Molina, premio Nobel de Química mexicano en 1995. En un comunicado oficial, la UNAM expresó su profundo pesar por el fallecimiento del Dr. Molina, quien dejó una huella imborrable en el ámbito científico y ambiental.

“La Universidad Nacional Autónoma de México informa del lamentable fallecimiento del Dr. Mario Molina, distinguido universitario, Premio Nobel de Química 1995”, publicó en su cuenta oficial de Twitter el 7 de octubre, un día antes de su deceso, haciéndose eco del dolor que su partida causó no solo en el país, sino en el mundo científico.

José Mario Molina Pasquel y Henríquez nació el 19 de marzo de 1943 en la Ciudad de México y estudió ingeniería química en la máxima casa de estudios del país. Su trabajo más reconocido es la participación que tuvo en asuntos ambientales, por sus descubrimientos sobre los daños a la capa de ozono en la Antártida, junto a Paul J. Crutzen y Frank Sherwood Rowland, por lo cual recibió en los años 90 la máxima distinción en ciencia.

Molina Pasquel era un científico comprometido con su disciplina y con el bienestar del planeta. Después de graduarse como ingeniero químico por la UNAM en 1965, continuó sus estudios en la Universidad de Friburgo en Alemania, donde pasó casi dos años investigando la cinética de polimerización.

Entre 1967 y 1968, pasó algunos meses en París y Ciudad de México y, en 1968, ingresó al programa de doctorado en Fisicoquímica de la Universidad de Berkeley, California.

El impacto del hijo de Roberto Félix Molina Pasquel, exembajador de México en Etiopía, sigue manifestándose en la investigación contemporánea. Desde la década de 1970, el mexicano mostró gran interés por el daño ecológico que generan los sistemas de producción industrializados.

“Lamento la muerte del Dr. Mario Molina Pasquel y Henríquez, destacado científico mexicano, defensor del medio ambiente y Premio Nobel de Química. Mi abrazo a familiares y amigos”, escribió el presidente Andrés Manuel López Obrador en redes sociales.

La muerte del ícono de la academia mexicana fue lamentada por numerosas figuras políticas y académicas. Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, indicó que Mario Molina fue “genial” y resaltó sus esfuerzos para mejorar el medio ambiente y los recursos naturales del planeta.

La contribución del Dr. Molina a la ciencia y su lucha por la sostenibilidad son legados que perdurarán en el tiempo. La comunidad científica y la sociedad en general se vieron beneficiadas por su trabajo incansable en pro de un futuro más saludable para nuestro planeta.

Contribuciones Científicas y Reconocimientos

  • Premio Nobel de Química en 1995.
  • Investigaciones sobre la capa de ozono.
  • Profesor en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
  • Miembro de El Colegio Nacional y la Academia Pontificia de Ciencias.

Mario Molina no solo será recordado por sus premiadas investigaciones, sino también por su compromiso inquebrantable con la educación y el avance científico. Su legado perdurará en futuras generaciones de científicos y ambientalistas que continúan inspirándose en su vida y trabajo.

Hoy, el mundo rinde homenaje a un verdadero ícono de la ciencia, cuyo esfuerzo por entender y proteger nuestro planeta fue un faro de esperanza y un llamado a la acción.

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Arnaud Chicoguapo

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