Según un nuevo estudio, la Luna es mucho más sísmicamente activa de lo que pensábamos. Un análisis reciente de datos previamente descartados de las misiones Apolo de la NASA ha revelado la existencia de más de 22,000 terremotos lunares que no eran conocidos, lo que representa casi el triple del número total de eventos sísmicos registrados anteriormente en la Luna.
Los terremotos lunares, que son el equivalente lunar de los terremotos en la Tierra, son provocados por movimientos internos de la Luna. Estos sismos son, a menudo, menos intensos y se deben a factores como cambios de temperatura y impactos de meteoritos, en lugar de movimientos de placas tectónicas, dado que la Luna no posee placas tectónicas como las que encontramos en nuestro planeta.
Entre los años 1969 y 1977, los sismómetros colocados por los astronautas en la Luna detectaron alrededor de 13,000 terremotos lunares, siendo estos los únicos registros de actividad sísmica en la Luna hasta ahora. Sin embargo, el nuevo estudio, liderado por el investigador Keisuke Onodera, ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de las grabaciones de Apolo y ha identificado la existencia de 22,000 terremotos lunares adicionales, elevando el total a 35,000.
Estos hallazgos fueron presentados en la Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria que ocurrió en Texas del 13 al 17 de marzo, y están siendo revisados por la Revista de Investigación Geofísica.
Los terremotos lunares recientemente descubiertos indican que «la Luna puede estar más activa sísmica y tectónicamente de lo que pensábamos».
Jeffrey Andrews Hanna, un geofísico de la Universidad de Arizona que no participó en la investigación, comentó que: «Es increíble que, después de 50 años, sigamos encontrando nuevas sorpresas en los datos».
Los científicos han identificado que los terremotos lunares son suficiententemente débiles en comparación con los terremotos en la Tierra, lo que hace necesario que los datos pasados sean reanalizados con técnicas modernas de eliminación de ruido para descubrir la actividad sísmica oculta. Durante el estudio, Onodera aplicó técnicas de procesamiento de señales para filtrar las interferencias y pudo catalogar hasta 30,000 posibles eventos sísmicos.
Esta información es significativa no solo por la cantidad de terremotos que ahora sabemos que han ocurrido, sino porque desafía las teorías previas sobre la inactividad de la Luna. Los nuevos datos indicaron que muchos de estos terremotos tuvieron lugar en profundidades menos significativas de lo anteriormente considerado, lo que sugiere que los mecanismos que causan algunos de estos terremotos podrían estar relacionados con fallas geológicas.
Las recientes y futuras misiones lunares podrían proporcionar más información sobre este fenómeno. A partir de agosto de 2023, el módulo de aterrizaje Vikram de la misión Chandrayaan-3 detectó el primer terremoto lunar desde las misiones Apolo y se espera que los próximos sismómetros de la NASA en módulos lunares comerciales confirmen los hallazgos actuales.
Esta nueva visión de la actividad sísmica lunar abre la puerta a un entendimiento más profundo no solo de la Luna, sino de la evolución de los cuerpos celestes a nuestro alrededor.