Durante varios años, Fiat Chrysler Automobiles ha estado buscando casarse. Después de que sus avances fueran rechazados por personas como Motores generales y Volkswagen, parecía posible una fusión con el francés Renault, hasta que El jefe de la FCA, Sergio Marchionne, murió en 2018. Luego, en octubre, Llegó la noticia de que FCA había encontrado un nuevo amigo francés—Peugeot SA. El lunes, los accionistas de Peugeot votaron a favor de la fusión.
La nueva empresa, llamada Stellantis, tendrá su sede en Ámsterdam, Países Bajos, y sus acciones cotizarán en las bolsas de valores de Milán, Nueva York y París. La combinación de sus 14 marcas convertirá a Stellantis en el cuarto fabricante de automóviles más grande del mundo, reuniendo a Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Dodge, Fiat, Jeep, Lancia, Maserati y Ram (marcas FCA) con Citroën, DS, Opel, Peugeot y Vauxhall ( Marcas PSA) bajo el mismo techo.
A medida que avanzan las fusiones, esta parece bastante buena. Jeep y Ram son las dos historias de éxito reales de FCA, lo que significa que la empresa ha tenido que depender de las ventas en Norteamérica. PSA, por otro lado, no tiene presencia real en Norteamérica, pero tiene fuertes ventas en Europa, junto con arquitecturas de vehículos más modernas y un programa de electrificación más avanzado.
Es posible que falten algunas de estas 14 marcas. Chrysler se reduce a solo dos modelos, el bastante bueno Pacifica Minivan y el 300C bastante antediluviano. Las cosas son aún peores en Lancia, que ahora fabrica solo un vehículo, un sedán pequeño llamado Ypsilon. Sin embargo, FCA dijo que no tiene planes de cerrar ninguna fábrica.
El actual jefe de PSA, Carlos Tavares, se convertirá en director ejecutivo de Stellantis, y el presidente de FCA, John Elkann, asumirá el cargo de presidente de Stellantis.