Después de viajar miles de millones de millas y pasar casi cinco décadas en el espacio, la sonda espacial Voyager 1 de la NASA comenzó a enviar datos absurdos a la Tierra. Lanzada en 1977, la nave espacial inicialmente tenía la misión de volar sobre Júpiter y Saturno durante cinco años, pero ha seguido aventurándose más en el espacio durante los últimos 46 años. Se convirtió en el primer objeto creado por el hombre en abandonar el sistema solar. bbc informó.
En 2023, las señales de la Voyager 1 tardarán normalmente más de 22 horas en llegar a la Tierra. Sin embargo, NASA informa que la sonda, actualmente situada a 25 mil millones de kilómetros de nuestro planeta, está experimentando un problema de comunicación.
La Voyager 1 está equipada con tres computadoras a bordo: una dedicada a los datos de vuelo, que recopila información de los instrumentos científicos de la nave espacial, y otra que gestiona datos técnicos, que funciona como una barra de salud codificada que refleja el estado de la Voyager 1.
En la Tierra, la NASA recibe los datos transmitidos como código binario, un lenguaje que utiliza ceros y unos para representar letras, números y símbolos. El código binario se llama así porque se basa en sólo dos símbolos.
Sin embargo, ha surgido un problema notable ya que la sonda ahora muestra un comportamiento repetitivo y envía constantemente el mismo fragmento de código. Esta repetición llevó a los científicos a sospechar de un mal funcionamiento en la nave espacial.
El Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, responsable de gestionar muchas misiones robóticas, abordó la situación en las redes sociales, diciendo: «El equipo Voyager de la NASA está investigando un problema con el sistema de datos de vuelo de la Voyager 1. El equipo Voyager de la NASA está investigando un problema con la Voyager 1 Sistema de datos de vuelo: la nave espacial recibe y ejecuta comandos enviados desde la Tierra, pero no devuelve datos utilizables.
El año pasado, la NASA reveló su decisión de desactivar ciertos sistemas de la Voyager 1 y su homóloga Voyager 2. Esta decisión estratégica tiene como objetivo maximizar su vida útil operativa hasta que se agoten sus fuentes de energía de plutonio.
Los pronósticos sugieren que estas sondas seguirán funcionando hasta 2030. Después de llegar a esta etapa, sus transmisores e instrumentos dejarán de funcionar, lo que provocará el apagado de la nave espacial, que finalmente quedará a la deriva sin rumbo en el espacio.
Estas notables naves espaciales tienen la distinción de ser los únicos objetos creados por el hombre que operan más allá de la vasta región de la heliosfera de los campos magnéticos y de partículas del Sol que se extienden mucho más allá de la órbita de Plutón.