En el contexto del fascinante rediseño del Brooklyn Museum Café, el estudio neoyorquino Office of Tangible Space ha llevado a cabo una importante renovación de los interiores, justo a tiempo para conmemorar el 200 aniversario de la institución el próximo año. Este café se encuentra en el luminoso pabellón de entrada del museo, un espacio diseñado originalmente durante la expansión de 2004 por Enéad Architects.

El menú, gestionado por el aclamado restaurador y sommelier André Hueston Mack, está diseñado para satisfacer tanto a los lugareños como a los visitantes del museo que buscan disfrutar de deliciosos refrigerios y bebidas. La cafetería fue conceptualizada como un espacio acogedor que invita a todos a formar parte de la experiencia, reflejando la misión del museo.
Según los diseñadores, el espacio no solo debe ser funcional sino también inspirador. “Imaginar el café como una entrada a Brooklyn significa que todos son bienvenidos”, afirma la Oficina del Espacio Tangible.
Las zonas de comida están organizadas en formas fluidas que permiten un movimiento dinámico entre los visitantes. Las áreas de asientos han sido diseñadas en ‘islas’ y ‘arroyos’, creando espacios que pueden acomodar grupos de distintos tamaños y también personalizar la experiencia de quien sólo desea tomar un café rápidamente.
El rediseño incluye sillas de aluminio con grandes asientos y respaldos perforados, además de mesas circulares que pueden albergar hasta seis personas, creando un ambiente de comunidad y conexión.

El diseño tiene un enfoque especial en la inclusión de materiales coloridos y una estética visual que promueve la interacción social. Las mesas están diseñadas con formas serpenteantes que actúan como guías para los visitantes, mientras que los muebles están organizados para dar una sensación de comunidad.
La Oficina del Espacio Tangible contrató a múltiples artistas locales para desarrollar taburetes únicos que salpican el espacio, lo que añade un toque de creatividad y arte local a la cafetería. Esta cohesión entre el uso del color, el diseño y la naturaleza de los muebles permite un espacio que no solo es visualmente atractivo, sino que también se siente como un hogar para los visitantes.

Por otro lado, el enfoque en la creación de un ambiente acogedor se extiende a la interacción de los ganadores de premios locales y la filosofía de que tanto la comida como el arte son experiencias inmersivas que conectan a sus creadores con el público.
Para completar la transformación del café, se han instalado divisores de madera y plantas en macetas que delimitan el espacio de manera elegante. Cada uno de estos elementos fue cuidadosamente pensado para asegurar que el café no solo cumpla con las expectativas de funcionalidad, sino que también se convierta en un punto de encuentro muy querido por la comunidad.
En conclusión, el rediseño del Brooklyn Museum Café por parte de la Oficina del Espacio Tangible no solo representa un paso hacia adelante en la modernización de las instalaciones, sino que también refleja la rica herencia cultural de Brooklyn, creando un espacio cálido y acogedor que celebra la creatividad y la comunidad.
¡Visita el café del museo para una experiencia que seguramente será tanto deliciosa como artística!