La estación espacial Tiangong de China está ganando notoriedad en el ámbito espacial. Recientemente, tres astronautas realizaron la primera caminata espacial del país, mientras trabajan en la instalación del módulo para futuras tripulaciones. Tiangong, que significa ‘palacio celestial’, simboliza los ambiciosos esfuerzos de China por establecer una presencia humana sostenida en la órbita terrestre.
Desde finales de los años 90, se ha estado trabajando en este proyecto monumental. El módulo central, Tianhe – que traduce a ‘río celestial’ y también es el nombre antiguo de la Vía Láctea – fue lanzado al espacio el 29 de abril de este año. Sin embargo, aún hay mucho por hacer. Según Yang Liwei, diseñador jefe del programa de vuelos espaciales tripulados de China, los astronautas tienen más de 1000 tornillos que quitar a medida que instalan los equipos y preparan la estación para su funcionamiento.
Históricamente, la construcción de estaciones espaciales es un proceso prolongado. Tomando como ejemplo la Estación Espacial Internacional (EEI), este proyecto amplio resultó demasiado complejo para lanzarse en un solo intento. De igual modo, el Tianhe pesa 22,5 toneladas, y fue elevado a una órbita a 400 km sobre la Tierra mediante un cohete Long March 5B, conocido por su capacidad de carga pesada.
El módulo central de Tiangong lleva consigo todos los recursos necesarios para mantener la vida, incluyendo:
- Sistemas de supervivencia
- Cocina
- Áreas de descanso y sanitarias
- Gestión de suministro energético
- Equipo de bomberos
Para apoyar a los astronautas durante su semana de trabajo de seis días, la cocina cuenta con más de 120 tipos diferentes de alimentos. Además, el módulo central está equipado con puertos de acoplamiento para permitir la llegada de futuros módulos y vuelos de carga. Esta característica es fundamental para la integración de la estructura de la estación, que facilitará el desarrollo de nuevas capacidades y misiones.
Las primeras estaciones de prueba, Tiangong-1 y Tiangong-2, fueron lanzadas en 2011 y 2016, respectivamente. Estas preliminares permitieron conseguir experiencia valiosa. Sin embargo, la Tiangong-1 terminó con un reingreso fuera de control en 2016, mientras que la Tiangong-2 fue descontinuada de forma controlada y descendió hacia el Océano Pacífico en 2019.
La importancia de la colaboración internacional se hará evidente en los próximos años. Este proyecto tiene como objetivo involucrar a diversos astronautas y países, permitiendo que los crews de la Agencia Espacial Europea sean entrenados junto a los chinos para formarse en el contexto del rescate en mar en caso de emergencia. En adición, se ha seleccionado una serie de experimentos internacionales para ser realizados en el Tiangong.
La estación también cuenta con espacio para llevar a cabo experimentos científicos, tanto dentro de sus módulos como montados externamente. Esto permitirá que los científicos estudien el efecto de la microgravedad en varias áreas como la biología, y la física de materiales.
Se espera que el término de la construcción, prevista para dentro de unos años, dé como resultado una estación que pesará más de 60 toneladas, capaz de albergar a tres astronautas de forma continua, y que se convertirá en un centro importante para la investigación y la experimentación en el espacio.
Las capacidades de Tiangong son un reflejo del creciente papel de China en la exploración espacial. Así como una carrira hacia la luna y Marte está nuevamente tomando forma, proyectos como este establecen la narrativa de una nueva era de exploraciones humanas más allá del simple escaparate de la distancia.
Para los interesados en los eventos del espacio, Tiangong ofrece un vislumbre del futuro al permitir el estudio y la perseverancia humana más allá de nuestro planeta. Para más información, los lectores pueden seguir los avances y los detalles de las misiones futuras.