Recientemente, un incidente a bordo de un vuelo de Delta Air Lines ha llamado la atención de las autoridades. La Administración Federal de Aviación (FAA) está llevando a cabo una investigación tras un problema de presurización en el vuelo 1203, que se dirigía desde Salt Lake City a Portland, Oregón. Este inconveniente provocó lesiones, incluyendo hemorragias nasales y de oídos, a algunos de los pasajeros a bordo.
Imágenes y relatos de testigos han sido escalofriantes. Los pasajeros reportaron síntomas alarmantes que variaban desde dolor intenso hasta sangrado. De hecho, se informó que al menos diez personas necesitaban atención médica después de aterrizar de emergencia en Salt Lake City. La aerolínea ha declarado que su equipo de tierra proporcionó asistencia a estos pasajeros y se comprometió a revisar las circunstancias de la situación.
El avión en cuestión era un Boeing 737-900ER, que parece haber fallado en mantener la presión adecuada en la cabina durante el vuelo. Cuando múltiples pasajeros comenzaron a experimentar síntomas, como hemorragias nasales, el personal de la aeronave rápidamente tomó la decisión prudente de volver a aterrizar.
Los detalles sobre cómo ocurre exactamente la presurización en un avión son cruciales. La FAA ha declarado que, en caso de problemas de presurización, los pilotos están capacitados para descender a una altitud donde no se requiere oxígeno suplementario. Este procedimiento es fundamental para garantizar la seguridad de los pasajeros y la tripulación. Sin embargo, en este caso, el avión no pudo alcanzar la presión deseada por encima de los 10,000 pies, lo que teme podría dar lugar a más complicaciones durante el vuelo.
A la llegada al aeropuerto, los equipos médicos de emergencia esperaron a la aeronave para evaluar a los pasajeros afectados. Según reportes, el personal fue capaz de identificar rápidamente a aquellos que requerían tratamiento inmediato y brindaron asistencia de acuerdo a sus necesidades.
Los pasajeros, como Caryn Allen, compartieron sus experiencias conmovedoras, relatando momentos de miedo y confusión. Allen comentó: “Miré a mi esposo, tenía ambas manos tapándose las orejas, como inclinado hacia adelante, y vi a un hombre que tenía una hemorragia nasal muy fuerte”. Este testimonio demuestra cómo el pánico puede apoderarse de los viajeros en tales circunstancias.
La aerolínea Delta Air Lines ha emitido un comunicado disculpándose sinceramente con los pasajeros por su experiencia. Han reconocido la seriedad del incidente y aseguraron que están cooperando con la FAA en la investigación. Delta también anunció que cubrirá los costos de atención médica para aquellos que fueron afectados por este incidente, un movimiento que probablemente sea recibido con alivio por parte de los pasajeros y sus familias.
La FAA ha puesto en marcha una investigación de rutina en situaciones de presurización anómala. Esta no es la primera vez que se reportan problemas similares en aviones de pasajeros, pero cada incidente invita a una revisión de protocolos y medidas de seguridad para evitar que un evento así se repita.
En conclusión, aunque el incidente ha sido angustiante, es importante reconocer la rapidez de respuesta del personal y los procedimientos de seguridad que podrían haber evitado lesiones más graves. Así como la FAA continúa su investigación, las aerolíneas como Delta Air Lines están bajo un creciente escrutinio para conservar la confianza del público en su compromiso con la seguridad de los pasajeros.
