En 2022, la prueba de redireccionamiento de doble asteroide (DART) de la NASA se estrelló contra el asteroide Dimorphos durante una exitosa prueba de tecnología de defensa planetaria. Este impacto ha sido notable, ya que marcó un cambio significativo en la órbita de Dimorphos alrededor del asteroide más grande, Didymos. Desde aquel momento, múltiples observatorios han comenzado a analizar los datos recolectados, buscando entender mejor la naturaleza de los restos que dejó este choque y sus implicaciones en la estructura del asteroide.
Explorando el impacto
Las observaciones se realizaron a distancias considerables del impacto. Para añadir un detalle significativo a la misión, DART llevó consigo un pequeño CubeSat llamado LICIACube, que fue liberado unas semanas previas al choque. Este CubeSat fue responsable de capturar imágenes del evento y de los efectos que causó. Después de un tiempo, se recuperaron y analizaron las imágenes, proporcionando información valiosa sobre Dimorphos.
Destellos de escombros
LICIACube estaba equipado con generadores de imágenes de campo estrecho y amplio, denominados LEIA y LUKE. Este dispositivo siguió a DART durante el impacto y registró imágenes cruciales desde aproximadamente un minuto antes del choque hasta cinco minutos después. Lo que se observó fue un complejo campo de escombros, no solo un simple cono de material. Las imágenes revelaron filamentos y grupos de material eyectado que se movían a distintas velocidades.
- Un flujo de material que se despachó a una velocidad de aproximadamente 50 metros por segundo se localizó hasta ocho kilómetros desde el lugar del impacto.
- También se identificaron materiales que se movían a aproximadamente 75 metros por segundo y otros que alcanzaron velocidades cercanas a los 500 metros por segundo (1,800 kilómetros por hora).
Composición del material
Sorprendentemente, el material observado inicialmente tenía un color rojizo que evolucionó a azul con el tiempo. Este cambio podría sugerir que la superficie de Dimorphos se había alterado debido a la exposición a la radiación. El primer material eyectado procedía probablemente de la superficie, mientras que el material subsiguiente provenía del interior del asteroide.
Mediante la evaluación de la magnitud del cambio orbital de Dimorphos, junto con estimaciones de su masa inicial, se ha llegado a la conclusión de que el impulso derivado del choque no fue suficiente para explicar completamente el cambio. Esto implica que una parte del intercambio de impulso se debió a la inercia del material eyectado durante el impacto.
Conexiones científicas futuras
Pronto se espera que la Agencia Espacial Europea (ESA) lance la sonda Hera, que orbitará el sistema Didymos/Dimorphos y proporcionará datos aún más detallados sobre los efectos del impacto. Esta misión representa un paso crucial en el entendimiento de la astrofísica moderna y puede ayudar a dilucidar cómo cuerpos celestes como Dimorphos se comportan y evolucionan a lo largo de millones de años.
Por tanto, continuar el análisis de tal evento no solo es un logro tecnológico, sino también un avance significativo en la comprensión del cosmos en el que habitamos. Con cada descubrimiento, los científicos están un paso más cerca de responder preguntas antiguas sobre el origen y la composición de nuestro sistema solar.
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