En el Estadio León, se empezó a notar una gran actividad en la madrugada, impulsada por rumores que indicaban que Roberto Zermeño tomaría posesión del recinto deportivo. Alrededor de la 1:30, camiones y empleados del Club Esmeralda, parte del Grupo Pachuca, llegaron para llevarse trofeos, muebles y material de oficina. La tienda también comenzó a desmantelar y a quitar la ropa oficial del club.
Todo este movimiento tiene su raíz en la reciente resolución judicial que favoreció a Zermeño, quien, tras ganar un litigio, fue reconocido como el legítimo propietario del Estadio León, anteriormente conocido como Nou Camp. Se preparaba para acudir con la fuerza pública y hacer efectiva su autoridad.
El 31 de octubre un juez cedió oficialmente la posesión del inmueble a la Club Deportivo y Social León, AC, encabezada por Roberto Zermeño y su familia, que ahora se autoproclama dueña del estadio.
El alcalde de la ciudad expresó que Zermeño se comprometió verbalmente a respetar el contrato de arrendamiento con el municipio, que expiró en mayo de 2022, fecha en la que se preveía la inauguración de un nuevo estadio para el equipo. Sin embargo, hasta la fecha, la construcción no ha comenzado.
A las 7 de la mañana, en el estadio se encontraban presentes los representantes legales de Zermeño, iniciando conversaciones con los abogados del Grupo Pachuca. Mientras tanto, la afición comenzó a llegar al estadio para manifestar su descontento ante el desalojo del club.
— Paco Vela (@copacovela) 9 de octubre de 2020
Con este panorama, el desalojo no solo ha suscitado reacciones entre los jugadores y directiva del club, sino que también ha llevado a los aficionados a expresar su apoyo ante una situación que afecta a su equipo. Se espera que la resolución de esta disputa legal determine el futuro del estadio y de los eventos deportivos que albergará en el futuro.
