Moo Deng, una hembra de hipopótamo pigmeo de solo diez semanas, se ha convertido en una sensación viral en redes sociales gracias a las publicaciones de su zoológico. Situada en el Zoológico Abierto Khao Kheow, en Tailandia, Moo Deng ha cautivado a los visitantes y a los usuarios de Internet.
Con un gran furor que ha rodeado su llegada al mundo, Moo Deng no solo es adorada por su apariencia, sino también por su carácter juguetón. Sus videos, donde interactúa y juega en su hábitat, han sido compartidos innumerables veces, incluso por equipos de la NBA como los Utah Jazz, que han hecho referencia a ella en sus redes sociales, aumentando aún más su popularidad.
¿Por qué es tan famosa?
Desde el día de su nacimiento, el 10 de julio, Moo Deng se ha hecho conocida no solo por ser un hermoso hipopótamo, sino también por las circunstancias especiales que rodearon su forma de vida. Su madre, Jona, y su padre, Tony, han tenido otros crías, pero ella es la que ha capturado los corazones de tantos a través de internet.
Interacciones con visitantes
Sin embargo, la atención ha generado problemas. Para proteger a Moo Deng de la multitud, los funcionarios del zoológico han limitado las visitas a cinco minutos por persona durante los fines de semana. Esto se debe a comportamientos inapropiados de algunos visitantes, que han llegado incluso a arrojar objetos o agua hacia ella. Narongwit Chodchoi, director del zoológico, ha comentado que esto es no solo peligroso, sino también cruel para el animal.
Moo Deng y la conservación
El hipopótamo pigmeo, a pesar de su creciente popularidad, se encuentra en peligro de extinción. Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, se cree que quedan entre 2,000 y 2,500 individuos maduros en la naturaleza, amenazados por la caza y la pérdida de hábitat. Moo Deng representa una oportunidad única para generar conciencia sobre la necesidad de proteger esta especie.
Última reflexión
A medida que la fama de Moo Deng sigue creciendo, se espera que su historia inspire a otros a valorar y proteger no solo a los hipopótamos pigmeos, sino a todas las especies en peligro de extinción. La conexión emocional que ha establecido con tantas personas puede ser crucial para las iniciativas de conservación en todo el mundo. 
