El subdirector de la Comisión Nacional de Salud (NHC), Zeng Yixin, dijo el sábado que «todos los líderes estatales y de partidos en ejercicio en China» han sido vacunados contra Covid-19 con vacunas fabricadas a nivel nacional, refiriéndose a altos funcionarios a nivel nacional. y nivel nacional adjunto, incluidos Xi, el primer ministro Li Keqiang y otros líderes de alto nivel.
Es raro que se haga pública información relacionada con la salud de los líderes chinos, pero la declaración se produjo en medio de un aumento reciente en las infecciones por covid-19 y la preocupación pública por la seguridad de las vacunas.
Zeng no dijo cuándo se vacunaron los funcionarios o si recibieron algún refuerzo. El estado de vacunación del presidente Xi no se había revelado previamente al público.
China ha buscado repetidamente responder preguntas sobre la seguridad de sus vacunas y aumentar sus tasas de vacunación, especialmente entre los ancianos. Si bien casi el 90% de la población elegible para la vacuna de China ha sido vacunada por completo, solo el 61% de las personas mayores de 80 años han sido vacunadas por completo y solo el 38,4% han recibido refuerzos, según el NHC.
El sábado, el NHC abordó las especulaciones en línea sobre la seguridad de las vacunas, incluidas las acusaciones de que causan leucemia y diabetes en los niños, y dijo que las estadísticas no muestran evidencia de estas enfermedades relacionadas con las vacunas.
De las casi 3.400 millones de dosis de covid-19 administradas en China, solo alrededor de 70 personas por millón han informado efectos secundarios, un porcentaje mucho más bajo que otras vacunas como la poliomielitis, el sarampión, la hepatitis B, la rabia y la influenza, dijo el NHC.
Hasta ahora, China solo ha aprobado vacunas fabricadas localmente para su uso en el continente, incluidas las de Sinopharm y Sinovac que usan virus inactivados en lugar de vacunas de ARNm modificadas genéticamente. En los ensayos, estas vacunas han mostrado una eficacia más baja que sus contrapartes de ARNm, una crítica que Beijing descartó como una «difamación impulsada por prejuicios». En cambio, Beijing ha destacado el efecto de las vacunas en la reducción de casos graves y muertes como medida de su éxito.