El incidente ocurrido en un Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines ha suscitado numerosas preguntas y preocupaciones sobre la seguridad de la aviación. A medida que se desarrolla una investigación federal, se revelan detalles que ponen en tela de juicio las prácticas de registro de Boeing y su compromiso con la transparencia.
Antecedentes del Incidente
El 10 de enero, durante un vuelo de Alaska Airlines, un tapón de puerta se desprendió a una altitud de 16,000 pies, generando una situación peligrosa al crear un gran agujero en el fuselaje del avión. Afortunadamente, no hubo heridos graves, pero el incidente ha levantado alertas sobre la seguridad de los vuelos y la eficacia de los procedimientos de Boeing.
Las Declaraciones de Boeing
Ziad Ojakli, vicepresidente ejecutivo de operaciones gubernamentales de Boeing, declaró que la compañía no pudo encontrar los documentos relacionados con la apertura y el cierre del tapón de la puerta. Según él, se hicieron búsquedas exhaustivas en los registros, y la compañía llegó a la conclusión de que esos documentos no existían.
«Los documentos requeridos por nuestros procesos no se crearon en el momento en que se abrió la puerta», afirmó Ojakli en una carta dirigida a la senadora de Washington, María Cantwell. Esta afirmación ha sido recibida con escepticismo, especialmente después de que la presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Jennifer Homendy, acusara a Boeing de ocultar información clave.
Problemas de Documentación y Ocultación de Información
El contexto de esta declaración se enmarca dentro de una audiencia del Comité de Comercio del Senado, donde se exigieron respuestas a la falta de información sobre el incidente. Homendy recalcó que es inaceptable que una compañía de la magnitud de Boeing no tenga documentación precisa y accesible sobre una cuestión tan crítica.
Los problemas se agravan con el informe preliminar publicado por la NTSB, que reveló que faltaban cuatro pernos esenciales en el tapón de la puerta. Según la NTSB, estos pernos no fueron reinstalados durante las reparaciones realizadas en la fábrica de Boeing en el estado de Washington el año anterior.
Investigaciones en Marcha
Las investigaciones por parte de la NTSB y la Administración Federal de Aviación están en curso, y el Departamento de Justicia ha abierto una investigación criminal relacionada con el incidente. Según Ojakli, Boeing ha estado enviando más nombres de empleados a petición de la NTSB para ayudar con las investigaciones.
Reacciones y Consecuencias
A medida que la situación se desarrolla, el silencio inicialmente observado por Boeing sobre el asunto ha llevado a críticas públicas. Ojakli ha insistido en que Boeing está comprometida a cooperar completamente en la investigación.
Este tipo de incidentes y las inconsistencias en la documentación de Boeing han renovado cuestionamientos sobre la seguridad en la industria de la aviación, y la confianza del público en estas grandes compañías podría verse mermada si no se manejan adecuadamente.
Con todos estos elementos en juego, la situación promete seguir evolucionando y será vigilada de cerca tanto por los reguladores como por la opinión pública.