La vida en el espacio, una experiencia transformadora
La astronauta Loral O’Hara, exalumna de la Universidad de Kansas, compartió su fascinante experiencia en una sesión de preguntas y respuestas desde la Estación Espacial Internacional (EEI) el 9 de febrero de 2024. Durante esta conexión en vivo, los estudiantes de ingeniería aeroespacial de KU formularon preguntas que revelaron los desafíos y maravillas de vivir en microgravedad.
O’Hara, quien ha estado a bordo de la EEI desde septiembre de 2023, explicó que la vida en el espacio no solo consiste en realizar investigaciones científicas, sino que también implica adaptarse a un entorno donde hasta las acciones más simples requieren un enfoque especial debido a la ingravidez. Por ejemplo, girar y hablar desde el techo se convirtió en una representación de la naturaleza de su trabajo diario.
¿Qué significa vivir en microgravedad?
A lo largo de su discusión, O’Hara enfatizó cómo su percepción del espacio tridimensional ha cambiado. Al principio, mencionó que podría parecer difícil orientarse, pero a medida que pasa el tiempo, se vuelve natural. «Es impresionante estar en microgravedad. Casi no recuerdo la sensación de la gravedad. Cada día trae nuevas adaptaciones y aprendizajes», compartió O’Hara.
Para prepararse para esta experiencia, la astronauta participó en intensos entrenamientos que incluyeron desde caminatas espaciales hasta semanas de entrenamiento en el Laboratorio de Flotabilidad Neutral de la NASA. «Cada sesión de entrenamiento fue un desafío físico y mental, pero muy gratificante. Se necesitaba una disciplina feroz para manejar las realidades del espacio», recordó.
La conexión entre ciencia y vida diaria
Durante su tiempo en la EEI, O’Hara realiza experimentos científicos que pueden tomar un año para ser completados en la Tierra. Uno de estos incluye la fabricación de fibras ópticas en el espacio y el cultivo de células, donde la microgravedad juega un papel esencial en los resultados del experimento.
O’Hara destacó cómo cada día se presenta como un rompecabezas complejo donde la planificación es clave para equilibrar las tareas científicas con los eventos de concientización. A menudo, los astronautas deben comunicarse con investigadores en la Tierra, convirtiéndose en los ojos y oídos de los científicos que monitorean los experimentos.
Reflexiones sobre la vida en la Tierra
A pesar de la maravilla que es vivir en el espacio, O’Hara expresó su nostalgia por las cosas simples de la vida terrestre, como oír llover, estar con amigos y familiares, e incluso la comida fresca. «Extraño el sabor de las papas fritas y el guacamole. La vida en la EEI es una experiencia increíble, pero también hace que aprecies las cosas que das por sentado en la Tierra», reflexionó.
Al final de la sesión, O’Hara dejó a los estudiantes con un mensaje poderoso: «Nada es tan importante como lo que estás haciendo ahora». Este recordatorio sobre la atención plena es fundamental, no solo en el espacio, sino también en la vida cotidiana en la Tierra, donde la distracción puede desviarnos de lo que realmente importa.
En conclusión, la conversación con Loral O’Hara fue una mirada fascinante no solo al funcionamiento interno de la EEI, sino también a las lecciones sobre la vida, la ciencia y la conexión humana, recordándonos que el viaje del aprendizaje nunca termina, sin importar cuán lejos estemos de nuestro hogar.