El investigador de Instituto de Astronomía (IA) desde Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Daniel Flores Gutiérrez, aclaró en entrevista con EL UNIVERSAL que el avistamiento detectado en Nuevo León y rastreado en el ejido Lázaro Cárdenas en Ciudad Victoria, Tamaulipas, no fue un meteorito, sino un coche de carreras. Estos coches viajan por la Tierra, pero no caen ni aterrizan.
Para entender esto, el físico matemático detalló que los meteoritos son fragmentos del medio interplanetario que caen sobre la Tierra o cualquier otro cuerpo del sistema solar, lo que los diferencia de las bolas de fuego. Estas últimas viajan con una trayectoria horizontal desde el espacio exterior hacia la atmósfera, penetran en la Tierra y continúan su camino, dejando pequeños fragmentos a su paso.
Sobre el fenómeno detectado en Monterrey, Flores Gutiérrez comentó: «Se pudo observar una gran estela que seguía a la bola de fuego, prueba de que está dejando material en la atmósfera terrestre y sigue su camino».
Identificación correcta
El especialista en Ciencias de la Tierra enfatizó la importancia de identificar correctamente el objeto al impactar la Tierra, así como considerar aspectos como su edad y clasificación. Los meteoritos pueden ser de dos tipos, dependiendo de su composición: metálicos, formados por hierro y níquel; o rocosos, que contienen una cantidad mínima de estos elementos y, en algunos casos, pueden ser mixtos. Estos objetos, al impactar la Tierra, crean un cráter que tendrá un diámetro diez veces mayor que el tamaño del meteorito que lo provocó.
El maestro en física explicó que, aunque la mayoría de los meteoritos son rocosos, los que se rescatan y exhiben en museos son generalmente metálicos, ya que son más fáciles de identificar. Los meteoritos de roca pueden confundirse con piedras de origen terrestre.
Además, aclaró que los objetos denominados basura espacial son también consiste en meteoritos que caen sobre nuestro planeta; sin embargo, su origen es artificial, proveniente de actos humanos que generan residuos orbitando alrededor de la Tierra.
Cómo calcular la edad de un meteorito
La vida de los meteoritos es infinita, al igual que la de una roca, siempre que no estén expuestos al aire libre. Los materiales de los que están compuestos mantienen su durabilidad ilimitada. Por ejemplo, el Meteorito de Allende, que cayó en Chihuahua el 8 de febrero de 1969, tiene una edad aproximada de cuatro mil 500 millones de años.
Los métodos usados para identificar la antigüedad de los meteoritos incluyen técnicas de microscopía electrónica y espectroscopía raman, las cuales permiten estudiar las características de su composición mineral.
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En la Tierra, caen muchos meteoritos, pero la mayoría se pierden en el océano o en mares, lo que hace que sean irrecuperables. Además, se estima que los fragmentos de gran tamaño, de alrededor de 5 a 10 kilómetros o más, caen con menor frecuencia, y su impacto puede ser devastador.
¿Qué hacer si se presencia la caída de un meteorito?
La peligrosidad de un meteorito para los humanos depende de su trayectoria. Flores Gutiérrez recordó que partículas de distintos tamaños caen constantemente sobre la superficie terrestre. Si uno de estos fenómenos se llega a presenciar, se recomienda identificar la ubicación exacta donde aterrizó, tomar fotografías y recolectar muestras para ser entregadas a especialistas que realicen análisis geoquímicos.
La divulgación de esta información ha despertado un gran interés entre la población, demostrando un aprecio por los misterios del universo y la búsqueda de entendimiento sobre los fenómenos naturales, lo cual es completamente válido y necesario para avanzar hacia un futuro más consciente y crítico.