Rosie O’Donnell ha tenido una larga historia de apoyo a los hermanos Menéndez, quienes fueron condenados por el asesinato de sus padres, y según una reciente conversación, confía en que podrían ser liberados en menos de un mes. O’Donnell recordó un momento significativo de hace 30 años cuando recibió una carta de Lyle Menéndez tras verla en el programa Larry King Live. En esa carta, Lyle expresaba su creencia en las afirmaciones de Erik Menéndez sobre el abuso que ellos sufrieron a manos de su padre.
“Salí a almorzar con Barbara Walters y nuestra publicista Cindy Berger, y le dije: ‘Barbara, no vas a creer esto, pero adivina quién me escribió: Lyle Menéndez’”, recordó O’Donnell. La respuesta de Walters fue clara: “No le hagan caso, es un asesino, es muy astuto”. A pesar de esto, O’Donnell mantuvo un interés constante por el caso de los hermanos a lo largo de los años.
En 2022, un documental que presentaba nuevas evidencias de abuso sexual en su infancia llevó a O’Donnell a replantearse su apoyo. A través de las redes sociales y entrevistas, expresó su respaldo a Lyle y Erik, afirmando que no podía quedarse al margen de una historia tan crítica y que necesitaba ser contada.
La conexión entre O’Donnell y los Menéndez se fortaleció cuando, recientemente, recibió una llamada de la esposa de Lyle, lo que le permitió volver a entrar en contacto con él. “Me llamó el año pasado para el Día de la Madre”, comentó O’Donnell. Esto demuestra el aprecio que Lyle siente por la comediante, quien se ha convertido en una voz aliada en su lucha por justicia.
Lyle y Erik Menéndez están cumpliendo una sentencia de cadena perpetua desde los asesinatos de sus padres, José y Kitty Menéndez, en 1989. A pesar de la gravedad de sus crímenes, la historia de abuso sobrevivido ha comenzado a resonar en el ámbito público, y hay llamadas cada vez mayores por una revisión de sus casos.
El camino hacia la justicia no ha sido fácil. Sin embargo, O’Donnell se siente optimista tras sus visitas a Lyle en prisión, donde formaron una amistad significativa. “Hablamos mucho”, señaló, “y le dije que haría lo que pudiera para ayudar a cambiar la narrativa”. Enfatiza la importancia de dar voz a aquellos que, como los hermanos Menéndez, padecieron abuso en su niñez.
O’Donnell relata momentos conmovedores cuando se encontró con Lyle en el penal de San Diego. “Le di un abrazo y luego Erik se acercó a mí, me abrazó y me susurró al oído: ‘Gracias por amar a mi hermano’. Fue un momento profundamente emotivo”, recordó. Esto resalta el impacto humanitario que ha tenido su apoyo.
Cuando las noticias sobre una nueva audiencia comenzaron a circular, O’Donnell se expresó emocionada por las perspectivas de la libertad para los hermanos. “Este es el momento que han esperado durante décadas. Es un milagro que finalmente está sucediendo. Estas son las voces que deben ser escuchadas para cambiar nuestra sociedad”, enfatizó con esperanza.
¿Cuándo serán liberados realmente? A pesar de que es difícil predecir, O’Donnell cree que podría ser pronto, y subraya que la injusticia cometida en el pasado debe ser reparada. En opinión de O’Donnell, nuestra cultura no estaba preparada para abordar el abuso infantil en la década de 1989. Pero, como sociedad, ahora tenemos la responsabilidad de discutir estos temas abiertamente.
Mientras tanto, O’Donnell está dispuesta a estar allí para Lyle y Erik, ofreciendo apoyo durante un periodo difícil de transición al mundo exterior. “Cuando salgan, quiero llevar a Lyle a Nobu porque siempre bromeábamos sobre ello. Le dije: ‘Amigo, cuando salgas, te llevaré a Nobu’”, remarcó O’Donnell, enfatizando la importancia de la amistad y el apoyo emocional en su vida.
Finalmente, es evidente que el viaje ha sido emocionante y complejo, tanto para O’Donnell como para los hermanos Menéndez. Pero, sin duda, ha despertado un interés renovado en el caso, y quizás, finalmente, la justicia prevalezca para aquellos que han estado atrapados en la narrativa de la violencia y el abuso durante tanto tiempo.
